El encarecimiento del costo de vida para los jubilados en Argentina continúa agravándose, y según un informe de la Defensoría de la Tercera Edad, la canasta básica para el sector ya asciende a $912.584 mensuales.
Este monto refleja lo que un adulto mayor necesita para cubrir sus necesidades básicas, y es más de tres veces superior a la jubilación mínima que actualmente se ubica en $234.540,23, incluyendo un bono adicional de $70.000.
En comparación con septiembre del año pasado, la situación se ha deteriorado drásticamente: en abril de 2023, la canasta básica para jubilados alcanzaba los $685.041, y hace un año, rondaba los $313.185.
Este salto en los costos, de un 54,37% en los últimos siete meses, pone de manifiesto la profunda crisis que afecta a los cuatro millones y medio de jubilados que perciben el haber mínimo.
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Los principales gastos de los jubilados
El estudio de la Defensoría de la Tercera Edad detalla los principales rubros que componen la canasta básica:
- Alimentos: $236.873 (26% del total).
- Vivienda: $198.000 (22% del total).
- Medicamentos: $145.268 (16% del total).
- Limpieza: $101.443.
- Transporte: $55.000.
- Vestimenta: $35.000.
- Recreación: $58.000.
- Servicios: $83.000.
Este panorama evidencia que los costos de alimentación y vivienda se llevan más del 48% del presupuesto mensual de un jubilado, mientras que los medicamentos, un gasto clave para los adultos mayores, ocupan el 16% del total.
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Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad
Las fuertes críticas al sistema de compensaciones
Eugenio Semino, Defensor del Pueblo de la Tercera Edad, expresó su preocupación al respecto, afirmando que esta situación «es una historia que se repite». Asimismo, criticó duramente las medidas del Gobierno, calificando los bonos que se entregan como intentos fallidos de mitigar la crisis.
“El otorgamiento de bonos es como arrojar monedas a un pueblo hambriento, son inútiles y contraproducentes. Son parches que solo destacan el agujero que quieren ocultar”, afirmó Semino. Además, advirtió que «no es que los jubilados sigan estando mal, sino que están cada vez peor, y no hay perspectivas de que la situación se revierta».
El defensor enfatizó que en Argentina hay alrededor de siete millones de jubilados, y cuestionó cómo puede salir adelante un país cuyo Estado «hunde directamente en la pobreza a más del diez por ciento de su población». Para Semino, la deuda del país sigue siendo con sus jubilados, quienes se encuentran en una situación de precariedad cada vez más profunda.
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