Walter Bulacio era un jóven de apenas 17 años. Asistía al quinto año de su formación secundaria en el Colegio N°1 DE 3 “Bernardino Rivadavia”, ubicado en el barrio de Constitución en la Ciudad de Buenos Aires. Fue asesinado el 19 de Abril de 1991 a manos de la Policía Federal Argentina tras una razzia en las puertas del estadio Obras Sanitarias en un recital de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota. Hoy el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires quiere hacer una “limpieza” por “contaminación visual” de la memoria de lo que fue su escuela secundaria.
El GCBA quiere obligar al Colegio Nacional Rivadavia a borrar los murales en homenaje a Walter Bulacio, alumno de 5º año arbitrariamente detenido, torturado y muerto por la policia federal en 1991.
La memoria y el reclamo de justicia no es «contaminación visual». No pasarán. pic.twitter.com/bjjFsKHldv— M. del Carmen Verdú (@LaNegraVerdu) December 12, 2024
La comunidad educativa del colegio de Walter se organizó en asamblea y decidió denunciar públicamente este intento de avasallamiento a la memoria, por verdad y justicia. “Los derechos humanos no son contaminación visual”, dicen las y los profesores de la institución en su comunicado público.
La visibilización de la violencia institucional hacia la juventud y la memoria por nuestros 30.0000 compañeros detenidos-desaparecidos son más importante que nunca en este contexto en el que Patricia Bullrich se propone reprimir a todos aquellos y aquellas que se salen a manifestar. La construcción de la memoria colectiva es un acto pedagógico.
Acompaño la grave denuncia que hace la comunidad educativa del Colegio N1 «Rivadavia», que me ha recibido tan atentamente para conversar un 24 de Marzo. La visibilización de la violencia institucional y los derechos humanos no son contaminación visual. Walter Bulacio, ¡Presente! pic.twitter.com/bFV3ifo4lN
— Alejandrina Barry (@Barry__Ale) December 11, 2024