El futuro del conflicto entre Ucrania y Rusia podría depender en gran medida de las decisiones que tome Donald Trump, quien asumirá la presidencia de Estados Unidos el próximo mes. Su enfoque hacia Rusia y las negociaciones con los actores clave de la guerra podrían ser determinantes para alcanzar un posible alto al fuego.
Cómo continúa el conflicto entre Rusia y Ucrania
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el analista político Alejandro Laurnagaray, quien explicó que es importante observar si antes de que se cumplan los tres años del conflicto se alcanza un alto al fuego, ya que para el 24 de febrero próximo asumirá Trump en Estados Unidos, quien “ha prometido poner fin a esta guerra”.
Según el entrevistado, los conflictos continúan, con ataques ucranianos en territorio ruso, tanto en zonas fronterizas como atentados incluso en Moscú, lo que ha provocado “una escalada de tensión con las respuestas de Rusia”.
Qué va a pasar con la guerra cuando asuma Trump
Con respecto a la continuidad de la guerra, Laurnagaray expresó que, “el posible desenlace de este conflicto va a depender en gran parte de Donald Trump”, quien ya ha propuesto convocar una mesa de negociaciones con los actores clave: los europeos, Vladimir Putin y Ucrania. Y añadió: “La discusión gira en torno a un posible alto al fuego y los territorios que Ucrania ha perdido, los cuales han sido históricamente disputados y, según Rusia, no serán devueltos”.
En la actualidad, Ucrania “se encuentra en una posición de pérdida en esta guerra, mientras que tanto Rusia como Estados Unidos han sido los principales beneficiarios del conflicto”, dijo el analista político y remarcó que, “Trump, a diferencia de los demócratas, tiene una visión de equilibrio de poder, mientras que los demócratas buscan debilitar el poder de Rusia en la región”.
Por otra parte, Laurnagaray mencionó que este conflicto no solo es una disputa geopolítica, sino también económica, con implicaciones globales. “Ucrania se ha convertido en un punto crítico debido a la dependencia energética de Europa de Rusia”, comentó.
Para finalizar, el analista dijo: “El objetivo histórico de Estados Unidos ha sido aislar a Rusia del eje Berlín-París, ya que una Alemania unida energéticamente con Moscú y Francia debilitaría la posición global de Estados Unidos”.