30.4 C
Buenos Aires
jueves, enero 9, 2025

Por temor a más secuestros, Argentina desiste de enviar funcionarios a la misión para entrar a Venezuela con González Urrutia

Noticias Relacionadas

Hasta este miércoles a la tarde ningún funcionario argentino aparecía en las listas de ex presidentes y dirigentes latinoamericanos que buscan acompañarán Edmundo González Urrutia en estas dramáticas horas en el que el opositor ha prometido volver a Venezuela para asumir la presidencia del país.

A la espera de las marchas internacionales que la disidencia venezolana planea para este jueves 9 y el viernes 10 -día en que Nicolás Maduro pretende asumir un tercer gobierno en Caracas- tampoco se conoce cómo es el plan real de la líder de la oposición, María Corina Machado -oculta en algún sitio y bajo protección extranjera en Venezuela- para que González Urrutia llegue hasta su país y asuma el poder.

El sábado pasado, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich prometió a González Urrutia que lo iban a acompañar en su regreso a Venezuela tanto física como emocionalmente.

Hoy, la realidad se impuso al deseo. La detención del gendarme Nahuel Agustín Gallo cuando cruzó por tierra la frontera venezolana desde Colombia el 8 de diciembre pasado, más la acusación que pesa en su contra por parte de la dictadura chavista -dicen que integraba una “asociación terrorista” con otros extranjeros y pretendía “asesinar” a la vicepresidenta Delcy Rodríguez- llevó los choques entre el gobierno de Milei y el de Maduro a su máxima expresión. La situación ya estaba tensa por el asilo que Milei le dio a cinco colaboradores de Corina Machado en la residencia argentina en Caracas, cuyo salvoconducto le niega Maduro.

Por eso ahora hay una decisión de no exponer a ningún argentino ante el régimen venezolano tras la experiencia del gendarme Gallo, que viajó a Venezuela con permiso de sus superiores en Gendarmería, para visitar al pequeño hijo que tuvo con la joven María Alexandra Gómez, que es venezolana y se había vuelto a su país hacía siete meses.

Este miércoles, Bullrich advirtió que los jugadores de la selección de fútbol masculina sub 20 podían ser «secuestrados» por el régimen durante el torneo internacional de esa categoría, que empieza en dos semanas en Venezuela, y consideró que la Conmebol debía cambiar la sede de para los partidos.

En las últimas horas, Maduro se vistió de militar, comenzó a entregar armas a la población civil que sigue a su gobierno y advirtió que, de mínima, González Urrutia será detenido si ingresa al país, del cual se exilió en España tras los comicios presidenciales del 28 de julio.

Democracias occidentales, entre las que se encuentra Argentina, reconocen a González Urrutia como presidente electo en las presidenciales de julio por las que el gobierno de Javier Milei y Maduro rompieron relaciones. De hecho, Maduro echó a todos los funcionarios argentinos de la embajada y la residencia en Caracas, donde solo quedan los asilados venezolanos. Desde agosto pasado, Brasil representa los intereses argentinos en Venezuela. Maduro no le pidió a nadie que los represente en Argentina.

Según supo este diario, del lado de la disidencia venezolana no hay quejas por la ausencia argentina en una empresa que de por sí es peligrosa. Y por el contrario se encuentra agradecida por el trato dispensado por la administración libertaria.

Ocurre que tampoco el ministro Gerardo Werthein participará de la misión que seis cancilleres -entre ellos el uruguayo Omar Paganini y el peruano Rubén Ramírez Lezcano- emprendieron en Panamá, donde en una ceremonia con mucho simbolismo, González Urrutia entregó este miércoles las actas electorales que la oposición afirma demuestran su victoria electoral. Maduro nunca mostró las suyas, lo que alimenta las denuncias de fraude. Las dejó en custodia en las bóvedas del Banco Nacional de Panamá.

González Urrutia, que tras las elecciones presidenciales venezolanas se exilió en España, llegó el viernes último a Buenos Aires, y el sábado fue recibido por Milei, quien lo agasajó incluso con una visita al balcón de la Casa Rosada frente a la Plaza de Mayo, donde una multitud de venezolanos residente en la Argentina lo vitoreó como presidente electo. Luego fue declarado ciudadano ilustre por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y participó de una recepción en la Fundación Libertad.

La ministra Bullrich y el canciller Werthein lo acompañaron en todo momento. Y luego partió rumbo Uruguay, a Estados Unidos -lo recibieron Joe Biden y miembros del equipo de Donald Trump- y siguió a Panamá para terminar en República Dominicana. Esa sería su última escala en su riesgoso afán de volver a Venezuela a tomar el mando este viernes 10.

La agenda oficial de Urrutia para este jueves en República Dominicana incluirá varias actividades y será recibido por el presidente Luis Abinader y otros miembros del gabinete.

Participará de un almuerzo en el que estarán, entre otros, los ex presidentes Hipólito Mejía (República Dominicana), Jorge Quiroga (Bolivia), Laura Chinchilla (Costa Rica), Andrés Pastrana (Colombia), Jamil Mahuad (Ecuador), Felipe Calderón (México), Vicente Fox (México), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Asdrubal Aguiar, secretario general IDEA. No habrá argentinos ahí.

En la agenda oficial distribuida a la prensa no se informa cuál es el plan. Si viajar o declararlo presidente ahí, lo que no dejaría de ser simbólico.

Últimas Publicaciones