Aunque el nerviosismo global volvió a golpear a los activos financieros argentinos este lunes, el Banco Central pudo encadenar otra rueda de compras en el mercado de cambios. El organismo que preside Santiago Bausili compró US$ 174 millones en el comienzo de la semana, por lo que lleva acumulados US$ 1.050 millones en las primeras ocho ruedas de 2025, por encima del saldo que anotó en diciembre pasado.
Las compras del Central se dieron en un contexto donde los ahorristas y las empresas están atentos al dato de inflación que se dará a conocer este martes y sobre todo a un eventual cambio en el ritmo de devaluación que podría tener lugar después de 13 meses. En el frente cambiario, el dólar blue subió a los $ 1.250 y marcó la tendencia del día, mientras que el tipo de cambio financiero registró leves alzas, para finalizar en $1.194,71 en el caso del CCL y a $1.167, el dólar MEP.
En tanto, los activos bursátiles de Argentina se vieron más presionados. El temor por un resurgimiento de la inflación en Estados Unidos, con una Reserva Federal más agresiva en su política monetaria, eleva el rendimiento de la tasa del Tesoro americano a 10 años y fortalece al dólar a nivel mundial. En ese contexto, tanto la bolsa porteña como los bonos se movieron con fuertes bajas. Y el riesgo país rebota para acercarse nuevamente a la zona de los 600 puntos.
En el arranque de la semana, el rendimiento del bono a 10 años del Tesoro toca un máximo de 14 meses, cotizando cerca del 4,8% mientras los bonos estadounidenses se vendían. En tanto, el dólar alcanzó un máximo de dos años frente a las principales divisas globales. Los principales índices de Wall Street se movían en baja, a excepción del índice Dow Jones, que subía 0,4%.
«La solidez de la actividad económica en EE.UU. fue ratificada por los últimos datos del mercado laboral, que reflejaron una aceleración en la creación de empleo no agrícola y una nueva baja en la desocupación. Por otro lado, la política arancelaria de Trump podría ejercer más presión sobre la inflación, retrasando su convergencia hacia el objetivo de política monetaria, tal como señalaron las minutas de la última reunión de la Fed», explicaron en Cohen.
«El mercado sigue ajustando sus expectativas respecto a las tasas de interés para este año, ahora proyectando solo un recorte de 25 puntos básicos en junio, e incluso aumentando la probabilidad de que no haya cambios», agregaron.
Este «viento de frente» global golpea a los activos argentinos. Aunque el Gobierno haya encadenado «buenas noticias» para el mercado financiero en los últimos días, la deuda argentina no puede escaparse esta vez de la creciente aversión al riesgo emergente entre los inversores. Sin embargo, sobre el final de la rueda los bonos en dólares recortaron parte de las fuertes caídas que habían registrado desde la apertura, para finalizar con bajas de hasta 1,8%.
El Bonar 2030 en dólares fue el que más fortaleza demostró y logró terminar la rueda en sentido positivo. Así, el riesgo país, que había llegado a tocar los 594 puntos, finalizó en torno de las 589 unidades.
Por el lado de las acciones, la mayoría de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street finalizaron con fuertes caídas: los ADRs de Edenor y Loma Negra se hundieron más de 8% en moneda dura. Con este panorama, el índice Merval perdió 5,3% y borró parte de las ganancias que había acumulado desde que empezó el mes.
«El clima más cauto del norte viene contribuyendo a que los activos domésticos amaguen con intercalar una pausa, tras las vertiginosas subas registradas, sustentadas en base al optimismo que despierta entre los inversores los decididos progresos desde el plan económico», señaló el economista Gustavo Ber.
SN