De reciente estreno, el Programa Mixto del Ballet Estable del Teatro Colón incluye tres obras de mediana duración en las que se subraya el trabajo grupal. Por eso, no se destacan roles individuales, excepto en la primera de las piezas, la que abre el telón: la suite de Paquita.
Días atrás, el Director del Ballet Estable, Julio Bocca, había señalado en un desayuno de prensa que una de las “Paquitas” de estas funciones -que continúan hasta el domingo- sería una reciente incorporación a la compañía. Se trata de Mora Capasso, joven bailarina argentina formada en el Instituto Superior de Arte del teatro y en la Fundación Julio Bocca, que debutó en las funciones del 30 de mayo y 1° de junio y volverá a interpretar ese papel en las noches del 4 y el 6.
Capasso tiene apenas 20 años y, aunque este es su primer papel principal, ya acumula un recorrido por los escenarios que le dieron la ductilidad y el empuje necesarios. A través de una audición internacional que convocó Bocca en febrero pasado, se incorporó como contratada al Ballet Estable, tras un par de años en la compañía como refuerzo. De hecho, en 2024 formó parte de las obras Suite en Blanc y Giselle, ya sea como willis o como aldeana, en el cuerpo de baile. También agitó las alas de una de las hadas de La Bella Durmiente del bosque, en la versión de Mario Galizzi.
Por fuera del Ballet Estable del Teatro Colón, Capasso participó en proyectos independientes de Buenos Aires Ballet, con dirección de Federico Fernández, y en el espectáculo Coreometrajes, de Patricio Di Stabile. Todos antecedentes que le permitieron lucirse con eficiencia y simpatía en este primer protagónico que ahora le toca. El público lo agradeció con calidez.
En Paquita, el abordaje inicial de Petipa está atravesado por su comprensión de lo español desde su perspectiva francesa, en un contexto del Imperio Ruso. Así es como se cuelan pasodobles y jotas en la música. Y un énfasis en la expresión del tren superior de los cuerpos. La versión de Luis Ortigoza, que se construye con una fuerte exigencia grupal, tiene reservado para el rol central una demanda técnica muy interesante: los roles solistas y las danzas grupales van a una velocidad y Paquita flota en otro ritmo, desplegándose y sosteniendo el equilibrio a un tiempo más lento.
En este contexto, la joven bailarina aprovechó la oportunidad para aportar la exquisita expresividad de sus manos, que completan armoniosamente su abordaje del personaje central de esta suite. En las funciones que le quedan esta semana (miércoles y viernes) estará acompañada por el bailarín cubano Patricio Revé, invitado especial para este programa. La incorporación oficial de Mora Capasso al Ballet Estable ha sido un acierto.