Una escena repetida volvió a darse este fin de semana en territorio bonaerense. Un camión que transportaba limones volcó en el kilómetro 72 de la Ruta 8, a la altura del partido de Exaltación de la Cruz, y en pocos minutos el lugar se transformó en un improvisado punto de saqueo: decenas comenzaron a llevarse los limones esparcidos en la ruta, sin esperar la intervención de las autoridades.
El hecho ocurrió en una de las arterias que conecta el norte de la provincia de Buenos Aires con el interior, una zona de tránsito frecuente donde ya se han registrado episodios similares. Según fuentes del caso, el vehículo era un camión Scania 330 con semirremolque conducido por un joven de 24 años, identificado como J.F.C. Por razones que aún se investigan, el chofer perdió el control y el camión volcó, provocando el derrame total de la carga.
Mientras personal médico del partido de Robles asistía al conductor y lo trasladaba al hospital local -aún sin información oficial sobre su estado-, numerosos vecinos comenzaron a llenar bolsas, cajas y hasta los baúles de sus autos con los limones desparramados en el cantero central y la banquina.
Las imágenes de lo sucedido circularon rápidamente en redes sociales, generando indignación entre muchos usuarios por la falta de solidaridad y respeto al procedimiento de emergencia. A pesar de la presencia de fuerzas de seguridad, no se informó si hubo personas demoradas ni cuántos participaron del saqueo.
El carril rápido de la ruta quedó inutilizado por el siniestro y el tránsito fue desviado hacia el carril lento, lo que generó demoras durante varias horas. El parte policial no especificó el horario exacto del accidente, pero al cierre del mismo aún se registraban trabajos en la zona.
Este no es un caso aislado. En enero de este año, en el kilómetro 205 de la misma ruta, otro camión volcó y la gente saqueó la carga mientras el cuerpo del conductor fallecido aún yacía en el lugar. Aquella escena dejó una marca profunda, pero no logró evitar que algo similar volviera a ocurrir.
Estas situaciones evidencian la necesidad económica, la falta de control y la naturalización del saqueo, una postal que debería ser excepcional se está convirtiendo, tristemente, en habitual.
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