En el último mes y medio el equipo económico viene transitando un camino de marchas y contramarchas que los analistas definen como «apretón monetario». ¿De qué se trata esta estrategia? Es una vuelta de tuerca más para sostener lo que en definitiva es el objetivo central de la gestión de Javier Milei: llegar a las elecciones de octubre con el dólar en calma y la inflación en baja.
Lo que en principio parecía un camino llano a empezó a complicarse julio cuando Gobierno puso en marcha el desarme de las LEFI, las herramientas que utilizaban los bancos para gestionar la liquidez excedente.
Esa jugada liberó al mercado $ 10 billones que empezaron a presionar sobre el dólar y lo hicieron trepar 13% en julio, bajo el empujo también de otros factores estacionales como el turismo, el cobro del aguinaldo y las menores liquidaciones del agro.
En las semanas siguientes el gobierno empezó a poner en marcha este «apretón monetario» para sacar pesos del mercado y evitar que presionaran directamente sobre el dólar e indirectamente sobre los precios.
Cuatro claves explican las razones de esta estrategia:
Licitaciones «fuera de agenda»
La primera consecuencia del fin de las LEFI, que desaparecieron del sistema el 10 de julio, fue que se volcaron $ 10 billones a la plaza y esto hizo bajar marcadamente las tasas. Ante esto el Gobierno recalculó y puso en marcha la primera de las licitaciones «fuera de agenda». El 16 de julio el Tesoro adjudicó $ 4,7 billones, con tasas superiores al 40%. A la par, el Banco Central operó pases con tasas nominales del 35%, mientras que las LEFI pagaban 29%.
Pero la turbulencia no terminó ahí y las tasas en el mercado secundario llegaron a escalar hasta el 80%. Ante esto se resolvió realizar otra licitación fuera de agenda que se concretó este lunes 18 para absorber el resto de los pesos que quedaron dando vueltas. En una transacción destinada únicamente a los bancos, el Tesoro pudo colocar $ 3,8 billones, a una tasa combinada más baja que las que regían hasta la semana pasada.
La suba de encajes
Otro componente del apretón monetario fue el aumento de los encajes bancarios. Los encajes son la porción de los depósitos que los bancos deben mantener inmovilizados en el Banco Central para asegurar que habrá dinero disponible en caso de que el sistema (o los ahorristas) lo requieran.
En la última licitación del Tesoro había quedado un excedente de $ 5,8 billoness. Para evitar que esos pesos vayan al dólar o presionen a los precios, Economía había lanzado esta nueva ronda exclusiva para los bancos. El equipo económico reforzó esta medida con una suba de encajes que pasó del 45% al 50% para los bancos y de los billeteras virtuales. A comienzos de este mes ya había subido hasta el 50% los encajes de los money markets, los fondos que invierten en estas billeteras.
A su vez, el Gobierno autorizó a los bancos a cubrir el aumento de encajes con títulos de deuda que licitó este 18 de agosto.
La baja del dólar
Desde el lado del dólar, el apretón monetario viene funcionando. El tipo de cambio pasó de trepar 13% en julio a caer 6% en lo que va de agosto.
Esto ocurre porque las tasas altas son un incentivo a retomar el carry trade, la estrategia de posicionarse en pesos para hacer ganancias frente al dólar estable o en retroceso.
La tranquilidad del dólar es una pieza central en la previa electoral porque tradicionalmente es cuando los inversores tienden a dolarizarse.
El impacto en los precios
Hasta julio el traslado a precio de la suba del dólar fue muy bajo, lo que permitió que la inflación de ese mes quedará en 1,9%. Para agosto, los pronósticos muestran algún impacto, aunque la mayoría de las consultoras estiman que el índice rondará el 2%.
Para la consultora EcoGo durante la tercera semana del mes los alimentos consumidos dentro del hogar registraron una suba del 1,1%, una suba de medio punto porcentual respecto a lo registrado en las semanas previas.
Para esta consultora, la inflación de agosto se ubicaría en 2,1% mensual. «A pesar de la baja del dólar en la última semana impulsada por el apretón monetario que elevó las tasas a niveles que casi triplican la inflación proyectada para el año, los precios se ubicaron al alza esta semana y los alimentos registraron aumentos por encima de lo esperado. Esto responde en gran medida a los aumentos registrados en la carne vacuna, que luego de varias semanas casi sin variaciones, experimentó un salto del 2,9%», apuntaron.