En medio de una crisis institucional y deportiva, Pedro Troglio metió un pleno con el primer refuerzo de Banfield para el segundo semestre de 2025: Rodrigo Auzmendi. Tras el pago de la cláusula de rescisión que lo vinculaba al Motagua de Honduras, el atacante se convirtió en jugador del Taladro. Su llegada no fue casualidad: fue un pedido expreso del entrenador, que conoce en profundidad el fútbol hondureño gracias a su exitoso paso por Olimpia.
Auzmendi venía de una temporada destacada en el Motagua, donde anotó 23 goles en 42 partidos, y aterrizó en el Sur del Gran Buenos Aires como una apuesta fuerte de Banfield.
El impacto fue inmediato: debutó frente a Newell’s con un gol y una asistencia en el 2-1 final, volvió a marcar en la derrota 3-1 contra Barracas Central y, en el último partido ante Estudiantes, lideró la remontada con otro gol y una asistencia para sellar el 3-2.
El Taladro lo dio vuelta.
Autocrítica y unión: las claves del entretiempo
Luego de ese encuentro ante el Pincha, en conferencia de prensa, el delantero contó cómo vivieron el entretiempo tras irse 2-0 abajo: “Sabíamos del clima tenso que se estaba generando en el primer tiempo. El grupo lo entendió, cambió el chip, modificó la actitud y salimos a buscar el partido. Primero hablamos entre nosotros, limamos las asperezas y entendimos que no nos podía volver a pasar delante de nuestra gente”.
También se refirió a la reacción del público en la primera parte: “Obviamente es feo cuando te putean, pero la gente se hace entender. Lo importante es que el grupo respondió y supo reponerse. En lo personal estoy muy contento por el nivel mostrado y por poder ayudar al equipo”, expresó.
El compromiso del plantel para lo que viene
La autocrítica puertas adentro fue clave para que el equipo reaccionara y mostrara una imagen totalmente distinta en el complemento. El compromiso colectivo y la decisión de no repetir errores marcaron el rumbo de un resultado que terminó siendo celebrado por todos.
Charla en el entretiempo que sirvió para dar vuelta el resultado.
Con esta victoria, los jugadores se prometieron mantener la unión y la intensidad de cara a lo que viene. El plantel sabe que el margen de error es mínimo, pero también que, jugando de esta manera, pueden ilusionarse con salvarse.
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