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martes, abril 22, 2025

Negociación de precios: qué aumentos están dispuestos a aceptar los super con el dólar en baja y la amenaza importadora

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Este lunes, los supermercados reafirmaron su postura de no convalidar subas de precios injustificadas, aunque reconocen que esta semana retomarán las conversaciones con empresas proveedoras. Tras dar marcha atrás, algunas esperarán a comunicar los próximos ajustes, mientras que otras ahora analizan incrementos menores a los anunciados de entre 9% y 12% antes de Semana Santa.

Cadenas y comercios de barrio consideran que lo ideal sería no aplicar aumentos en un contexto en el que “el mercado no está en condiciones de absorberlos”, argumentan, con una inflación que se aceleró en marzo –los alimentos subieron 5,9%, por encima del IPC general del 3,7% que informó el Indec– y un consumo que aún no despega: el mes pasado fue el 15° consecutivo de caída, con una retracción del 5,4%, según la consultora Scentia.

Sin embargo, por lo bajo reconocen que en las negociaciones están dispuestos a llegar a un punto intermedio, entendiendo que las empresas vienen perdiendo rentabilidad frente a costos en alza. No obstante, dejaron en claro que las remarcaciones deberían acompañar el contexto. Sostienen que no deberían pasar el 3% y deberían solo aplicarse en determinados productos.

Con la baja del dólar oficial –$ 50 retrocedió este lunes y cerró a $ 1.110 el minorista, por debajo de como terminó la primera semana sin cepo ($ 1.160 el miércoles pasado)–, un grupo de cadenas aseguran que, en caso de aceptar aumentos, los mismos no deberían superar el ritmo de devaluación, siguiendo su evolución en los próximos días, en los que se podría profundizar el descenso, que pasó de un 12% el lunes pasado a un 2% ayer.

Para los super, el mercado no está en condiciones Foto: Francisco Loureiro

“No hay motivo para que haya subas, ni siquiera en aceite y café. En marzo, la inflación mayorista fue 1,5%, por lo que prácticamente lo único que ajustó el IPC fue el crawling peg del mes. La máxima suba de precios que se debería aceptar debería ser un número similar a la devaluación de abril”, anticiparon en los mayoristas.

Por su parte, un ejecutivo coincidió en que podría considerarse razonable un porcentaje cercano a la inflación desde la última lista aceptada, aunque aclaró que “todo depende de qué se acordó en las listas anteriores, de la relación comercial, la dinámica que puedan ofrecer y la posición de cada cadena”.

Por el momento, tanto en almacenes de barrio como en grandes cadenas de venta minorista y mayorista apuntaron que no recibieron actualizaciones este lunes.“Si no van a ser competitivas, se decidirá no comprar y sustituir dicho producto”, remarcó, y agregó: “Después de los anuncios del Gobierno, consideramos que las empresas deben esperar a que se estabilicen las variables económicas para definir su posicionamiento de precios. Confiamos en que tendrán cautela”.

Consultadas al respecto, las empresas de consumo masivo explicaron que van a monitorear la evolución del dólar en los próximos días para entender el impacto en su estructura operativa, tras la primera “sobrerreacción”, como la calificó la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).

El recálculo se da luego de la presión que ejerció el Gobierno con la publicación en X de Luis Caputo, que expuso a Molinos Río de la Plata y Unilever –aunque no fueron las únicas que comunicaron su intención de aplicar subas, también lo hicieron SC Johnson, Softys, Aceitera General Deheza (AGD) y Bunge en aceites, harinas y productos de higiene personal y limpieza para el hogar–, y los retuits de Javier Milei en alusión a “no comprarles a quienes aumentan” y “que se metan los productos en el o…”.

“Cae el dólar, como anticipó el Presidente y se confirma que no hay ningún motivo ni cambiario ni tributario para aumentar precios. Los consumidores tienen siempre la última palabra: si te quieren aumentar, no compres”, publicó este lunes, por su parte, el subsecretario de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial, Fernando Blanco Muiño, quien la semana pasada ya había opinado que “en el gobierno de Javier Milei no hay lugar para oportunistas”.

Los super alertaron que lo que no tenga sustituto local, se importará. Foto: archivo

Competencia con productos importados

Aunque aún no tienen un impacto significativo y la mayoría son artículos premium, con un peso de entre 3% y 5% del total del surtido que ofrecen los super, los productos importados en las góndolas ya inciden en la elección del consumidor en casos como el pan de molde, el azúcar o la yerba de Brasil, que se venden a precios similares a los de producción local, pese a que parte de su materia prima es argentina, según la ASU.

En ese sentido, la Cámara de Supermercados Mayoristas (Casma) –que nuclea a Diarco, Makro, Maxiconsumo, Nini, Vital y Yaguar– anticipó que, de ser necesario, “se importarán productos que no se puedan adquirir localmente a precios razonables”.

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