En una entrevista a corazón abierto, Guillermo Andino rememoró uno de los momentos más difíciles que le tocó atravesar junto a su esposa, Carolina Prat. Con más de 25 años de amor y cuatro hijos, la pareja supo construir una familia sólida, pero el camino no estuvo exento de dolor.
En una charla íntima con Gustavo Méndez para La Pasión, el conductor no pudo contener las lágrimas al hablar de las pérdidas gestacionales que sufrieron juntos. Conmovido, Andino reveló que la primera pérdida fue después del nacimiento de Sofía, su primera hija, y antes de la llegada de Victoria.
“Tuvimos pérdida de dos embarazos. Entre Sofi y Vicky fue el primero y entre Vicky y Ramón otro”, confesó. Si bien lograron tener cuatro hijos, el proceso de búsqueda no fue fácil. “Nosotros buscamos y la primera vino en seguida, pero entendimos que no siempre es así”, agregó, visiblemente afectado.
El periodista recordó en detalle el primer episodio doloroso que vivieron: “Tres años después de Sofía, Caro quedó embarazada, pero lamentablemente tuvo una hemorragia muy grande… perdió el embarazo”. Con esa frase, Andino hizo una pausa y dejó ver que, aunque pasaron los años, las heridas de ese momento todavía duelen.
Afortunadamente, con el tiempo llegó Victoria, su segunda hija. Pero luego, el deseo de seguir agrandando la familia volvió a enfrentarlos con otra pérdida. “Fue durísimo. Realmente sentimos mucho dolor”, expresó antes de quebrarse por completo frente a cámara.
Su emoción dejó en evidencia la marca que estos episodios dejaron en su vida familiar. Aunque esta parte de su historia era conocida por quienes siguen su carrera, Guillermo no suele detenerse en los detalles ni en la vivencia emocional de esos momentos.
En este caso, su relato fue genuino y tocó un tema que, aunque afecta a muchas parejas, todavía suele ser un tabú. La historia de Guillermo y Carolina es una de las más queridas del ambiente artístico y periodístico. Se conocieron en los años 90 y, desde entonces, se acompañan en todos los aspectos de la vida.
En cada aparición pública dejan ver una complicidad entrañable y un amor que resistió los golpes más duros. Con este conmovedor testimonio, Andino no solo se mostró más humano que nunca, sino que también ayudó a visibilizar una situación que muchas personas atraviesan en silencio.
Su testimonio es un recordatorio de que, incluso detrás de las sonrisas en la pantalla, hay vidas atravesadas por pérdidas, resiliencia y amor incondicional. Y que hablar de eso, lejos de debilitarnos, nos humaniza.