Eduardo “Patón” Bauza, una de las figuras más queridas en la historia de Liga de Quito de Ecuador, volvió a pisar el estadio Rodrigo Paz Delgado y protagonizó una conmovedora jornada que dejó imágenes imborrables.
El histórico entrenador, que padece demencia frontotemporal, fue recibido con cariño por el club en el que forjó algunas de las páginas más brillantes de su carrera, incluyendo la obtención de la Copa Libertadores 2008.
Cinco meses después de su homenaje en La Noche Blanca, el partido de leyendas del conjunto albo, reapareció públicamente en el lugar donde su nombre es sinónimo de gloria. Su presencia no pasó inadvertida: recorrió las instalaciones del estadio, tocó la Copa Libertadores que conquistó con Liga y se acercó nuevamente al banco de suplentes, lugar desde el que supo dirigir con temple y estrategia.
A lo largo de la visita, estuvo acompañado de su esposa Maritza Gallardo, quien compartió el momento en redes sociales y expresó la emoción vivida: “Hoy fue un día demasiado lindo”. Las imágenes del Patón caminando de la mano con ella, sonriente y sereno, conmovieron tanto a hinchas como a referentes del fútbol sudamericano.
Edgardo Bauza, uno de los máximos ídolos de Liga de Quito
Bauza es una figura intocable en la historia de Liga de Quito. Bajo su dirección, el equipo logró sus mayores éxitos internacionales, incluyendo dos títulos de la Serie A (2007 y 2010), la Libertadores de 2008 y la Recopa Sudamericana en 2010, tras vencer a Estudiantes de La Plata. Su legado quedó sellado no solo en las vitrinas del club, sino también en la memoria colectiva de su gente.
Desde su alejamiento del fútbol en 2019, tras un breve paso por Rosario Central, la salud del Patón se deterioró y su diagnóstico de demencia frontotemporal obligó a sus seres queridos a priorizar su calidad de vida. No obstante, momentos como este reencuentro con su pasado glorioso devuelven algo del brillo que supo irradiar desde el banco de suplentes.
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