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lunes, septiembre 15, 2025

Para un exfuncionario de Biden, «el problema de la Argentina no es económico, es político»

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Juan González, conocido en la Argentina durante su cargo como director principal del Consejo de Seguridad para el Hemisferio Occidental durante el gobierno del demócrata Joe Biden, estuvo en el país esta semana. Tras dejar el cargo en el que tuvo un vínculo fluido con América Latina, y con las principales crisis de entonces y ahora como las que presenta Venezuela, también fue un hombre muy ligado a la Argentina, gobernada por entonces por Alberto Fernández.

Nacido en Cartagena pero nacionalizado estadounidense, hoy es Residen Fellow en el Georgetown Americas Institute y uno de los principales expertos en la política de Estados Unidos hacia América Latina y el Caribe. Fue nombrado vicepresidente en The Cohen Group, trabajó en la transición Biden-Harris, quien finalmente perdió los comicios ante Donald Trump y llegó a la Argentina como consultor de mercado. En los encuentros con medios de comunicación que tuvo esta última semana, González consideró que Sergio Massa era el político con “mayor acceso a los Estados Unidos”. Dijo que a los inversionistas de su país les gustaba el plan económico de Javier Milei, pero advirtió también sobre una crisis política. Y luego dijo sobre el dólar que la pregunta no era ya si iban a devaluar “sino cuándo”.

-¿Cuál es su impresión de lo ocurrido tras la derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires?

-Me gustó mucho el discurso de Milei, del domingo cuando él admitió errores. La necesidad de cambiar dirección un poco. Lo que yo me pregunto es si él en realidad va a tener un diálogo con la oposición, si no va a ser yo creo una fase muy difícil para el país en cuanto a política y economía. Pero no me sorprendió que el peronismo ganara en Buenos Aires.

-¿Por qué no lo sorprendió?

-Porque se unieron y tradicionalmente Buenos Aires es una parte de la fuerza del peronismo. Me pregunto si eso se va a traducir en éxitos en octubre o si va a ser menos, pero yo creo que Milei parece que no tiene mucho tiempo de aquí para allá para corregir el mensaje. Entonces, va a ser interesante si los votantes argentinos van a darle la aprobación a Milei o si están mandando un mensaje de que él tiene que cambiar de rumbo un poco. Pero de todas formas, el discurso de Kicillof también me gustó que dijo hay que abrir la puerta, se tienen que sentar a hablar. Hasta ahora Milei no ha mostrado la capacidad de negociar con la oposición. Vamos a veri si existe esa disposición. Y la pregunta que tengo yo no es si va a devaluar Argentina, sino cuándo y y cuál va a ser la política económica. Entrando el 2026, que van a hacer, tienen bastantes pagos… Bueno, hay varios factores económicos que van a definir posiblemente una crisis o no crisis el próximo año.

-Da por sentado que el Gobierno va a tener que devaluar…

-Va a ser muy difícil que ellos defiendan la moneda, la banda, con las reservas que tienen. Si siguen teniendo problemas así, de dónde tienen que vender dólares para defender la moneda, tienen cuatro días de reservas para hacerlo. No me imagino que lo van a hacer antes de las elecciones, pero yo creo que es muy probable que lo van a tener que hacer después (devaluar), a menos que encuentren alguna otra solución que yo no la veo.

-La oposición más dura dice que el Gobierno está terminado ¿Desde Estados Unidos se ve lo mismo?

-Yo creo que no, porque desde los Estados Unidos no se tiene un entendimiento sofisticado de lo que está pasando dentro de Argentina. A los inversionistas internacionales les gusta lo que está haciendo Milei, pero quieren estabilidad política. Y la pregunta que yo tengo es si la población está perdiendo la paciencia con el impacto y el dolor de estas políticas económicas. Porque una cosa es tratar de tener la macroeconomía en balance; la otra es la microeconomía, que está impactando a los argentinos día a día. Su gobierno está entrando en una etapa difícil, y yo creo que hay un mensaje en las elecciones del domingo. Tenemos que ver en octubre si le mandan ese mismo mensaje. Pero lo más importante ahora, en mi opinión, es el diálogo entre los dos partidos para ver entre los dos lados, la oposición y el Gobierno para ver si hay una forma de colaborar para tratar de prevenir una crisis económica en la Argentina.

-¿El Gobierno no está dando señales de un cambio real, sino de una profundización del modelo. Puede entonces ser peor la situación electoral?

-Bueno, yo creo que es parte de la retórica antes de una elección en octubre. Yo creo que será interesante ver qué dicen después. Y la realidad es que si el electorado argentino toma una decisión, ojalá el Presidente lo acate. Si al oficialismo le dan una derrota en octubre ese es un mensaje que ellos quieren, un cambio de dirección. Es decir, que ellos van a deshacer totalmente el plan económico porque hay cosas que me ha hecho que han sido muy difíciles y hasta cierto punto necesarias. Pero también el impacto sobre los argentinos… Yo digo mira ¿cuánto tiempo van a estar comiendo mortadela en vez de jamón los argentinos?

-Bueno, algunos comen mortadela y otros comen jamón en la Argentina…

-Cierto.

-Teniendo en cuenta que los inversionistas gustan del plan Milei, ¿si gana el peronismo o el oficialismo por un estrecho margen, qué puede pasar?

-Yo creo que la la preocupación de parte de los inversionistas va a ser qué hará Milei para recuperar la iniciativa política. Y eso, en mi opinión, requiere diálogo. No quiere decir abandonar el plan económico, quiere decir hablar e incluir la oposición en parte de la conversación, darle una un puesto en la mesa. Pero también, la otra es cuál va a ser el mensaje económico del peronismo. Yo creo que un regreso a las políticas del pasado no es una respuesta: es cuál es la política económica afirmativa del peronismo. Eso yo creo que va a ser muy importante en calmar los mercados, en saber de que aquí hay áreas de encaje donde pueden trabajar los dos lados juntos. Porque mira, lo que está viendo Argentina ahorita es que en los próximos dos años van a haber unos retos económicos bastante grandes que solo se pueden superar con una política nacional entre los dos, entre el espectro político en el país. Pero eso requiere diálogo.

–¿Los mercados siguen los casos de supuesta corrupción que salpican a la hermana del presidente y a los primos Menem?

-No, yo creo que los mercados no, ellos están viendo solo la política económica y ellos saben que la corrupción no baja presidencias en Argentina, pero la economía sí. Entonces ese es el enfoque: cuál va a ser la economía política de este momento para adelante. La administración Trump toma en cuenta que yo soy militante demócrata, pero la corrupción no es la prioridad de parte de la administración Trump. Hemos visto como ha ido avanzando sus intereses comerciales y yo creo que mientras exista una afinidad ideológica entre Milei y Trump, ella no va a enfocarse en temas de corrupción. Pero hay un cúmulo de problemas. el riesgo país en Argentina está alto, el esquema financiero es incierto, hay falta de dólares y ahora saltaron los problemas para la hermana del Presidente, Karina Milei. El problema que tiene Argentina hoy en día no es económico, es político.

-¿Por qué?

-Porque el espectro político está muy polarizado y dividido. Y están mucho más enfocados en destruirse los unos a los otros, cuando la realidad es que aquí hay unas áreas de afinidad donde el peronismo puede articular una política económica proactivamente en donde Milei los pueda encontrar en la mitad. Yo creo que aquí una resolución política donde el peronismo tiene una silla en la mesa donde se consulte eso. Mira, yo yo no vine aquí a dictarle cátedra a los argentinos, pero el diálogo político es yo creo que la solución a los problemas del país.

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