Un comunicado de la Corte Suprema de Justicia salió al cruce este viernes de las graves acusaciones que había hecho más temprano el propio juez Ricardo Lorenzetti, quien se sabe está enfrentado a sus colegas Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, cuestionando sus desempeños y nombramientos de personal, a los que tildó de «ñoquis». Semejantes afirmaciones tratándose de la cima judicial tuvieron rápido eco político y el jefe de Gabinete Guillermo Francos salió a criticar las demoras en los fallos, mereciendo también una severa respuesta, en la que con cifras los cortesanos le mostraron al Gobierno que «se han batido récords de sentencias en 2024 con la misma dotación de personal».
Lorenzetti, de abierto enfrentamiento hace mucho tiempo con sus pares, había acusado a la presidencia de la Corte, a cargo de Rosatti, de manejar de gastar descontroladamente presupuesto judicial, incluso señalando que había «ambición desmedida”, «creación de cargos sin sentido» y hasta «violación a las facultades de la Corte». Lo hizo en dos acordadas que se firmaron este viernes: una para la designación del nuevo Secretario de Desarrollo Institucional y otra para darle facultades ampliadas al Secretario General.
La bronca de Lorenzetti tiene una causa directa, aunque no se explicite públicamente: el fracaso, hasta el momento, de la movida que impulsó con el Gobierno para lograr que Ariel Lijo y Manuel García Mansilla se sumen a la Corte. Eso ha impedido nuevas mayorías, de manera que Rosatti-Rosenkrantz mantienen el control y aunque se señala que Milei apelaría en este fin de año a esos nombramientos por decreto, lo concreto es que el Gobierno libertario no pudo en lo que va del año hacer avanzar esos pliegos. En ese cuadro, obviamente el eje Rosatti-Rosenkrantz fue la que alumbró esa respuesta institucional de la Corte, tanto a Lorenzetti como a Francos.
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El Máximo Tribunal mostró una serie de estadísticas, indicando que «lleva dictadas más de 12.250 sentencias en 2024», cifra que constituye un verdadero récord histórico, en comparación con las 10.024 sentencias de 2023 y las 8.050 de 2022.
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A pesar de contar con una integración incompleta, agravada por el retiro de Juan Carlos Maqueda por su edad la última semana, el comunicado de la Corte subrayó que logró resolver más de 20.200 casos en lo que va del año, contexto donde la composición de la Corte fue de cuatro miembros en lugar de los cinco estipulados por la ley.
Y sobre las acusaciones de demoras en los fallos, el tribunal recordó que, en 2017, con una plantilla de empleados similar, se dictaron menos sentencias (7.401), evidenciando el aumento en la productividad, a pesar de la falta de una integración plena. En cuanto a las críticas sobre contrataciones, la Corte explicó que su personal se mantuvo «relativamente estable», con solo pequeñas variaciones entre los últimos tres años. A noviembre de este año, el personal del Máximo Tribunal era de 2.471 personas. En 2023 fueron 2.484 y en 2022, 2.446″, indicaron.
Con eso dejó sin sustento las críticas que el Gobierno había intentado por la vía de Franco. El jefe de Gabinete había señalado que un sistema judicial «donde los procesos pueden tardar hasta 20 años resulta lamentable», vinculándo esas críticas a «la dificultad de operar con un tribunal incompleto», sugiriendo que esto podía afectar la «eficiencia procesal» del Tribunal y buscando llevar agua al molino de las demoradas designaciones de Lijo y García Mansilla.
«Cuando uno mira el tiempo que llevan los fallos de la Corte es lamentable que tenga 15 o 20 años para dictar sentencia, es inusual. Que un proceso de la Argentina lleve 20 años es increíble. No sé si puede funcionar con tres jueces. Desde el punto de vista del quórum se podrá, pero desde el punto de eficiencia procesal me cuesta creer que podamos seguir teniendo una Corte con tres miembros», había señakando el jefe de Gabinete este jueves en diálogo con radio La Red.
Raúl Gustavo Ferreyra: “Lorenzetti propone básicamente no hacer nada»
Francos, junto con Lorenzetti, se alineó con el gobierno, que intenta avanzar con los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para completar la Corte. Sin embargo, el tribunal no ha logrado reunir los votos necesarios para aprobar estos nombramientos, lo que ha llevado a tensiones políticas, con el gobierno de Javier Milei sugiriendo que, si fuera necesario, podría nombrar a los nuevos jueces por decreto.
Maqueda se retira de la Corte: «La democracia no puede quedar a la deriva de los hombres que en este momento hacen culto a la personalidad”
Juan Carlos Maqueda abandona la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Luego de 22 años ocupando un sillón del alto cuerpo, el 29 de diciembre, día en el que cumplirá 75 años, se despedirá de la Corte, por expreso pedido del gobierno de Javier Milei.
En un acto que se realizó el jueves, en el Palacio de Tribunales, Maqueda brindó un discurso en el que sostuvo que “la democracia no puede quedar a la deriva de los hombres que en este momento hacen culto a la personalidad, hombres que se creen proféticos y que realmente ponen en riesgo las instituciones de la convivencia democrática”.
En su discurso, Maqueda pidió defender las «instituciones» y la división de poderes y sostuvo que hoy en el mundo «se corren serios riesgos» institucionales. También llamó a defender la democracia.
En el acto se destacó la ausencia de Ricardo Lorenzetti, su compañero en la Corte con el que mantuvo en el último tiempo fuertes diferencias. Sí estuvieron Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti. A ambos les agradeció personalmente, pero evitó mencionar a Lorenzetti.